Con un acto acompañado de plantas como símbolo de vida, fue presentado ante el Congreso de la República el Proyecto de Ley mediante del cual se radica del Plan Nacional de Desarrollo 2022 - 2026 “Colombia: potencia mundial de la vida”, el cual contó con la presencia de diferentes comunidades, instituciones, ministros, congresistas, artistas y sectores sociales, quienes hicieron un camino entre la Plaza de Armas y la Plaza Núñez.
Andrea Vargas, representante juvenil del departamento del Atlántico, y Flor Troches, lideresa de las comunidades indígenas del Cauca, introdujeron el evento leyendo la “Declaratoria de Colombia como Potencia Mundial de la Vida”, la cual plasma los diferentes anhelos de un país que ha decidido cambiar con bases justas y dignas.
El documento, que contiene 200 páginas con la hoja de ruta del Gobierno Nacional para el corto, mediano y largo plazo, también fue presentado por la vicepresidenta Francia Márquez, quien resaltó los ejes centrales como la superación del conflicto armado y la priorización de la justicia social y ambiental, elementos que fueron recogidos en los Diálogos Vinculantes en los que participaron más de 250.000 personas de 1.104 municipios del país.
La vicepresidenta manifestó que es la primera vez que un gobierno se compromete con escuchar al campesinado desterrado, las voces de los maestros y maestras, a las comunidades LGBTQ+, así como a los trabajadores de la salud que esperan que este deje de ser un negocio y se convierta en un derecho fundamental, coincidiendo con lo planteado en el Plan de Gobierno propuesto en campaña. Finalmente, la vicepresidenta Márquez acuñó que uno de los principales objetivos de este gobierno es devolverles la tranquilidad a los colombianos y hacer que la dignidad se haga costumbre, traducido en no más muertes de niños por hambre, en acceso efectivo al agua potable para cada hogar y en la educación como derecho y no como privilegio.
El director nacional de Planeación, Jorge Iván González, resaltó que este PND pone en primer lugar al territorio, lo que permite pensar en proyectos estratégicos para construir un país distinto y con cambios estructurales para que Colombia sea una democracia que se traduzca en potencia mundial de la vida.
Por
su parte, José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda y Crédito Público, resaltó
la experiencia de los Diálogos Vinculantes y las Consultas Regionales como base
para un avance económico, social y ambiental y de convergencia, el cual fue
fundamental para el desarrollo del articulado.
El presidente de la Cámara, David Racero, manifestó la importancia de que el cambio tenga la impronta juvenil para que el Estado nunca más esté de espalda a su gente, protegiendo el ambiente y propendiendo por el bien público en función de un país equitativo, justo, en paz y en miras de consolidarse como un líder regional en transición energética y de un cambio de época.
Roy Barreras, presidente del Senado de la República, ratificó su apoyo al presidente Gustavo Petro definiéndolo como el resultado de una ilusión colectiva, destacando tres premisas: paz total, justicia social y justicia ambiental.
El presidente Petro intervino al final del acto clarificando que, más allá de los palacios, ha sido el pueblo el que ha construido este documento democrático, dejando una tonalidad de paz que debe internacionalizarse, donde el maíz sea producido por el campesinado y no importado, lo que ha hecho al país vulnerable al hambre; las decisiones políticas históricamente han girado en torno a proteger los negocios y no a las personas lo que no aporta a la justicia social. Invitó a convertir a Colombia en una sociedad productora y por lo tanto rica, donde la economía popular no sea obligada al ‘rebusque’ sino que sea empoderada con créditos, espacios, tierra, fibra óptica, saberes y educación, cambiando efectivamente de época, rompiendo la inercia y gobernando con los movimientos sociales.
Finalmente,
el presidente de la República, invitó al Congreso a deliberar con rigurosidad
la argumentación del texto y a que se apoyen tanto las reformas como el
‘Acuerdo Nacional’, para ofrecer paz al país sin seguir sacrificando vidas y
empobreciendo territorios. No dejarse nublar por el privilegio, no cerrarse y
permitir un sistema de salud, de pensión y laboral que no permita más la
exclusión social fue la invitación concluyente del presidente