Hernández reconoció rápidamente la
victoria de Petro en la tarde del domingo. Ahora el país comienza una nueva
etapa con el precedente de esa polarización, con la llegada de una
fuerza política no tradicional y la derrota de los partidos tradicionales,
y con una participación electoral inédita que llevó por primera vez a
una afrocolombiana al poder, la vicepresidenta electa Francia
Márquez.
CNN consultó a analistas para explicar
el triunfo de Petro y estas son algunas de las conclusiones de la elección presidencial
en Colombia.
1. Colombia eligió por
primera vez un presidente de izquierda
Petro es el primer presidente de
izquierda de Colombia luego de haber sido guerrillero del M-19, ser uno de los
firmantes de la desmovilización de ese grupo, sumarse a las
fuerzas políticas que nacieron de ese acuerdo de paz, como los partidos
Polo Democrático y Colombia Humana. Antes de él, solo Carlos Gaviria en
2006 había tenido una votación significativa de la izquierda, pero fue Petro en
su tercer intento el que consolidó la llegada histórica de un
político de ese espectro al poder.
En un país marcado por la lucha contra
grupos guerrilleros que durante la segunda mitad del siglo XX pasaron de ser
autodefensas campesinas a insurgentes de ideologías comunistas y socialistas,
esto no es un hecho menor. Tampoco lo es que Petro sea exguerrillero, algo
a lo que apuntan muchos de sus críticos, pero triunfó como un político a
toda ley con más de 30 años de trayectoria y luego de haber tenido
pasos notorios por la Cámara de Representantes, el Senado y la alcaldía de
Bogotá.
Luis Eduardo Celis, asesor de la Fundación
Paz y Reconciliación, dijo a CNN que es notable que por primera vez en Colombia el
presidente sea de izquierda, mientras que en países como Uruguay,
Chile y Brasil ya ha habido décadas de presidentes de izquierda.
A pesar de contar con el apoyo de muchos
políticos tradicionales y algunos de ellos cuestionados, como Roy Barreras y
Armando Benedetti, es la primera vez que un político alejado de los partidos
tradicionales y los grandes grupos de poder llega al cargo más importante del
país. Aunque desde hace años es, de hecho, parte de la política
tradicional, Petro no es reconocido como un miembro de la élite y su
campaña reflejó la mirada a la población diversa, las minorías con el enfoque
social que pocas veces había triunfado.
El analista, excandidato a la alcaldía
de Bogotá y exministro Eduardo Pizano le dijo a CNN que es notable la llegada
de un candidato de izquierda a la Presidencia, pues Colombia "era uno de
los pocos países de Latinoamérica que no había tenido un presidente de
centro-izquierda".
Vicente Torrijos, profesor de Ciencia
Política en la Escuela Superior de Guerra General Rafael Reyes Prieto, resalta
que "Petro llega de una manera sorprendente: prácticamente superando todas
las cifras".
Para Torrijos, Petro ganó por tres
razones: porque logró la unidad de la izquierda, por su mercadeo político y por
haber logrado atraer a las élites políticas tradicionales.
Pizano, por su parte, explica que Petro
"tiene un gran reto para gobernar en un país cuya economía no está en sus
mejores condiciones".
"El país tiene unos problemas de
inequidad y pobreza, de alto desempleo e informalidad y hay un grupo grande de
colombianos que no se ha logrado sincronizar con los grandes cambios de los
años 90: la modernización y el crecimiento económicos del país. Quedó
gente por fuera y ese es el electorado de Petro", dice Pizano.
El desafío de resolver esas
problemáticas no es menor, pues sus propuestas han recibido críticas del
empresariado: en entrevista con CNN antes de la segunda vuelta, la
periodista Juanita León explicó que las propuestas de Petro de reforma
tributaria, en el sistema de salud y las pensiones "son temas en que los
inversionistas generan bastante inquietud".
El analista Celis dice que el mensaje de
Petro es uno de unidad e inclusión —"a excepción del uribismo puro y
duro"— lo que lo llevaría a conseguir consensos en su Gobierno.
2. Rodolfo Hernández
perdió por cuenta propia
Tras la primera vuelta, analistas
consultados por CNN dieron casi que por descontado que Rodolfo Hernández, un
empresario y candidato independiente conocido por su lenguaje coloquial y su
campaña atípica, recogería los votos de la derecha, cuyos grupos políticos
concentraron su apoyo hasta el 29 de mayo en Federico "Fico"
Gutiérrez, que fue tercero en esa primera ronda.
Pero en estas tres semanas las
declaraciones de Hernández desmarcándose del uribismo —los votantes
que apoyan a Álvaro Uribe y su partido, Centro Democrático, del actual
presidente Iván Duque—, así como de los sectores tradicionales, al parecer lo
alejaron de los votantes que muchos pensaban que sumaría de manera automática.
Las encuestas, que mostraron un ascenso
considerable de Hernández poco antes de la segunda vuelta, reflejaron que el
candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción se había estancado. Los
resultados lo demostraron: Hernández pasó de 5,9 millones de votos a
10,5 millones de votos, un aumento de 4,6 millones, menos que los 5
millones que obtuvo Fico Gutiérrez en primera vuelta.
Hernández creció más que Petro en
primera vuelta, pero no le alcanzó para superar la ventaja que ya Petro había
amasado.
Para el exministro Pizano, Petro tuvo una "organización electoral mejor que la de Hernández. "Rodolfo se quedó solo en las redes sociales y le faltó apoyo en zonas rurales". Pizano explica que el plan de Hernández estaba concentrado solo a través de redes y el impulso ciudadano, pero cuando los electores están lejos del puesto de votación como en las zonas más apartadas de los centros urbanos, "hay que apoyarlos para que lleguen a votar". Eso, según Pizano, no lo hizo Hernández.
Torrijos describió la candidatura de
Hernández como una de un "advenedizo", muy lejana al programa
estructurado de Petro.
Otra de las cosas más comentadas hacia
la segunda vuelta fue la falta de debates. Antes de la primera vuelta hubo una
veintena: Petro asistió a cinco debates y Hernández fue a siete. Pero tras pasar
a segunda vuelta Hernández anunció que no asistiría a debates y, aunque esta
última semana de campaña el Tribunal Superior de Bogotá ordenó a los candidatos
presidenciales programar un debate, este no se realizó: Petro aceptó hacerlo y
Hernández dijo que lo haría con varias condiciones, y su equipo de campaña no
asistió a la reunión para organizarlo en Bogotá.
¿Fue un tiro al pie? "Los
candidatos tienen que salir, los electores los tienen que tocar. Me parece que
había regiones donde él debería haber hecho su trabajo, pero se encerró en su
departamento, Santander y en su ciudad, Bucaramanga", dijo Pizano, quien
evaluó que haber rehuido al debate no fue bueno para el candidato.
La campaña de Hernández desde la primera
vuelta fue atropellada: dio declaraciones polémicas y salieron a la luz
escándalos previos. Una postura muy criticada por sus contradictores fue la que
tuvo frente a los temas concernientes a las mujeres.
Hernández no fue al debate organizado
por más de 30 organizaciones de mujeres, feministas y LGBTQ, al
que sí asistió Petro.
"La mujer metida en el Gobierno, a
la gente no le gusta”. La frase de Hernández en una entrevista en Bésame
Radio a finales de mayo. El pedazo de la entrevista generó controversia y al candidato lo
calificaron de misógino y sexista. No obstante, tanto Hernández como la
estación radial comunicaron el contexto completo de la declaración. El
conductor radial Marcelo Cezán le preguntó: “Me contaron que la mujer ha sido
importante en su vida personal y en su vida política; muchas de su gabinete en
la alcaldía de Bucaramanga eran mujeres. ¿Usted cree en la labor de la mujer,
en la dirección, gobernando, dirigiendo cosas de alguna manera?”.
Hernández precisó entonces que él se
refería a cuál sería el papel de su esposa, Socorro Oliveros, si
llegara a ganar las elecciones: “Es bueno que ella haga los comentarios y
apoye desde la casa. La mujer metida en el Gobierno a la gente no le gusta,
porque ven que es invasiva y que no fue a la que eligieron, eligieron fue al
marido. Entonces si hay algo que me tenga que decir, ella cree, Socorro, mi
esposa, ella me lo va a decir en la casa, pero no estar metida allá con carro,
chofer, asesores, gastándole plata a la ciudadanía, no estamos pa’ eso",
dijo. "Este próximo Gobierno le toca ponerse las pilas a ahorrar”.
En abril, en una entrevista con Radio
Nacional de Colombia, Hernández, dijo: "Yo recibo a la
Virgen Santísima y a todas las prostitutas que vivan en el mismo barrio con
ella, a todo el mundo lo recibo, pero que no les cambio el discurso". Esa
declaración fue retomada por críticos y medios en junio antes de la segunda
vuelta, lo que llevó a Hernández a reconocer que se
equivocó y a Íngrid Betancourt, quien se sumó a la campaña de Hernández, a ir a una iglesia a pedirle perdón a la Virgen.
Según el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (DANE), en Colombia 78,2% de
los colombianos son católicos.
3. Un país dividido:
Gustavo Petro sí tenía un techo más alto, pero la diferencia fue estrecha
Petro obtuvo la presidencia
con más de 11,2 millones de votos, algo más del 50% de la votación. Petro,
que había sumado 8,5 millones en primera vuelta, creció 2,7 millones de votos,
lo suficiente para ratificar su predominancia en la elección. Pero los
resultados muestran un país dividido: la ventaja es clara, pero no amplia.
Petro logró convencer a electores que no
lo apoyaron en primera vuelta, más que los del candidato de centro Sergio
Fajardo (que obtuvo poco más de 885.000 votos en primera vuelta), y creció su
caudal, pasó el techo que algunos analistas dijeron que había tocado.
La diferencia final fue de alrededor de
718.000 votos, 3,22 puntos porcentuales.
Hernández y su candidata a la
vicepresidencia, Marelen, Castillo reciben por ley los cargos de
senador y representante a la Cámara y serían opositores al nuevo Gobierno en el
Congreso. Pero se sumarían a una variedad de partidos que no hacen parte de la
coalición Pacto Histórico. La Liga de Gobernantes Anticorrupción solo obtuvo
dos escaños en las elecciones legislativas de 2022.
"En este momento no existe
oposición en Colombia, la oposición quedó absolutamente huérfana desde el punto
estratégico. En desbandada, difuminada y sinceramente me temo que el ingeniero
Hernández no es la persona que puede desarrollar un liderazgo suficientemente
aglutinador para una oposición sólida y tan necesaria", dijo Torrijos.
Agregó, citando al mismo Hernández, que
"el uribismo está sepultado". El analista señaló que en la derecha
ahora hay "orfandad" y que ni Hernández ni Gutiérrez serían
inmediatamente los líderes que necesitaría la oposición.
4. Por primera vez hay una persona negra en la Vicepresidencia: Francia Márquez
Francia Marquez, vicepresidenta electa de Colombia, dando un discurso junto a Gustavo Petro tras la victoria en las elecciones presidenciales de Colombia del 19 de junio de 2022. Crédito: DANIEL MUNOZ/AFP via Getty Images
Colombia pasará de la primera mujer vicepresidenta,
Marta Lucía Ramírez, a la primera vicepresidenta negra, Francia Márquez. Es un
hecho histórico. Como en muchos países de Latinoamérica, en Colombia los negros
son una población que poca representación política ha tenido a nivel nacional.
Según el DANE, la población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera es
del 9,34% de la población total nacional, según cifras de 2018.
Aunque los negros tienen dos escaños en
el Congreso como circunscripción especial afrodescendiente y ha habido
alcaldes, gobernadores y ministros negros, es la primera vez que una persona negra
ocupa el cargo de vicepresidente.
Márquez (quien creció en Yolombó,
Cauca, en 1981) es, según su propia descripción, la primera mujer "negra,
afrodescendiente, oriunda de las regiones más empobrecidas". Fue la gran
revelación de las consultas internas (fue la tercera más votada de todos los
aspirantes) y llega al poder sin un recorrido político amplio.
Márquez recorrió gran parte del país con
una campaña para —según ella— dignificar la política y hacer visibles a
"los nadie", a las mujeres violentadas y a las víctimas de las
violencias de este país.
La vicepresidenta electa nació en una montaña
en medio de dos ríos en el municipio de Suárez, Cauca, en el suroeste de
Colombia. Allí, según contó, aprendió de minería, agricultura y pesca. Desde
muy joven empezó a liderar espacios en su comunidad, y a empoderar a los suyos,
incluso desde el reconocimiento de su negritud, en un país altamente racista.
Es mamá de dos hijos, a quienes,
por miedo, tuvo que sacar del país mientras realizaba la
campaña actual, afirmó en marzo. Es abogada graduada de la Universidad
Santiago de Cali y fue galardonada en 2018 con el Premio
Goldman, algo así como un 'Premio Nobel del Medio Ambiente' por su lucha en la
comunidad de La Toma "parar la minería ilegal de oro en su tierra
ancestral" que estaba contaminando con mercurio el río en el que pescaba
toda su comunidad
5. Subió la
participación. También el voto en blanco (pero no mucho)
En primera vuelta hubo una participación
de 54,91% y
una abstención del 45,09%. En la segunda vuelta participó
58,07% de los electores, una abstención del 41,93%.
Frente a una campaña poco común con dos
candidatos considerados por algunos analistas como antisistema y que
despertaban muchas críticas, algunos anticipaban una mayor abstención. No fue
así, más gente acudió a las urnas que el 29 de mayo.
Otro camino era que creciera
significativamente el voto en blanco, pero pasó del 1,73% en primera a 2,24% en
segunda vuelta. De 366.623 votos a poco más de 500.00, la gente se decidió por
alguno de los dos candidatos.
El analista Torrijos dice que es un
"récord" de participación que llevó a Petro al poder, según él poco
común en las democracias occidentales donde el voto es voluntario.
También es destacable que la jornada electoral transcurrió sin problemas y que una vez se conocieron los resultados no hubo incidentes. "La democracia colombiana sale muy fortalecida. No hay ningún síntoma de violencia o golpe de Estado. Nada de eso ha sucedido", dijo Torrijos.

